Aviator LLC Expone Orígenes de la Marca en Disputa con Spribe
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En una declaración, el representante legal de la empresa, Nikoloz Gogilidze, de Mikadze Gegetchkori Taktakishvili, describió la historia de la marca Aviator, que está en el centro de la disputa.
Según la declaración, el nombre y el logotipo de Aviator fueron creados en 2016-2017 por el empresario georgiano Teimuraz Ugulava. En 2018, la marca fue registrada oficialmente en la Agencia Estatal de Marcas de Georgia por City Loft, una empresa propiedad exclusiva de Ugulava.
Inicialmente, el logotipo de Aviator se utilizó para un casino físico, pero más tarde se asoció con el juego de choque Aviator, que se lanzó en la plataforma de Adjarabet en enero de 2019, cuando Ugulava aún era propietario de la empresa.
Cuando Adjarabet fue vendida a Flutter Entertainment a finales de 2019, los derechos de la marca Aviator no se incluyeron en la venta. A pesar de esto, Adjarabet y Spribe continuaron utilizando el logotipo de Aviator en la plataforma en Georgia y Armenia hasta enero de 2024.
Spribe, que colaboró en el desarrollo del juego, también realizó ligeras modificaciones al logotipo y comenzó a utilizarlo internacionalmente. En 2022, toda la propiedad intelectual relacionada con la marca Aviator fue transferida de City Loft a Aviator. A partir de entonces, Aviator inició acciones legales para invalidar el uso del logotipo modificado por parte de Spribe, el cual había sido registrado en Georgia y en la Unión Europea.
La defensa de Spribe y Flutter sobre la propiedad
En respuesta a los desarrollos legales, tanto Spribe como Flutter Entertainment han defendido públicamente el uso del juego y logotipo de Aviator. Spribe ha sostenido que es el creador del juego Aviator y reclama derechos de propiedad intelectual globales tanto sobre el juego como sobre su logotipo.
Del mismo modo, Flutter Entertainment ha impugnado el fallo del tribunal georgiano, calificando los daños como desproporcionados y prometiendo apelar la decisión.
A medida que continúa la batalla legal, el caso pone de relieve la complejidad de las disputas de propiedad intelectual en la industria del juego, especialmente cuando varias partes están involucradas en el desarrollo y la comercialización de un producto en diferentes jurisdicciones.
